Empecemos un poco por la historia, El café Bourbon tiene sus raíces en Yemen, sus primeros cultivos se plantaron a partir de plantas de café silvestres de Etiopía. A principios del siglo XIX, los botánicos franceses llevaron semillas y plantas de café arábica a Île Bourbon, una isla en el Océano Índico, a 200 km al este de Mauricio. Los primeros intentos de cultivar café en el clima lluvioso de la isla fracasaron en todos los ámbitos. Pero los franceses no se rindieron y fue hasta 10 años después que algunas plantas de café sobrevivieron y se adaptaron al clima húmedo más conocidas como las cerezas de café que se volvieron más redondas y cortas.

Las hojas de este café suelen ser grandes y de una tonalidad verde claro a rojo, las que son cultivadas en la isla Reunión; tienen las cerezas rojas y los que son cultivados en Brasil son de color amarillo. También, existen cosechas que producen cerezas de café color naranja o rosa.

El proceso de su cosecha suele ser recogido a mano y se pasa a un proceso mecánico en el que se clasifica y se limpia, luego de esto los granos se extienden y se secan de forma natural al rayo del sol, permitiendo que la dulzura de la pulpa se absorba durante el proceso de secado y de esta forma se crean los aromas dulces y el cuerpo del café durante el proceso del tostado.

El tostado de este tipo de café puede ser suave, medio y fuerte.  Este proceso suele llevarse con bastante suavidad. Por lo tanto, las variedades de café Bourbon son muy adecuadas para el café de filtro, prensas francesas

Este café es apreciado por la variedad de aromas cítricos afrutados y un cuerpo haciendo que sea un verdadero placer a la hora de tomarlo.

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